El Señor es mi pastor, el Defensor de mi alma, el guardián del rebaño.
En Él puedo confiar con seguridad.
Él me vigila día y noche, y Él levanta Su fuerte brazo derecho contra todos los que me perjudicaría.
En Él puedo Confío en forma segura.
En la oscuridad de la noche, no temeré
mal alguno, porque Él está siempre conmigo y el arpa de la misericordia
Él canta canciones de consuelo para mi alma.
En Él puedo confiar con seguridad.
Los depredadores huyen cuando ven a Su
Presencia sentado sobre una roca en medio de su rebaño vigilar con
diligencia día y la noche.
En Él puedo confiar con seguridad.